Hoy fuí con mi curso de Historia del Arte al Instituto Cultural de las Condes y a diferencia del Parque de las Esculturas de Providencia, me encontré con la agradable sorpresa que hay ascensor al segundo piso, rampas donde había peldaños (excepto en una sala ) y personas muy amables para ayudar, desde la portería hasta en secretaría.
Disfruté inmensamente de las exposiciones del momento y felicito de todo corazón a los gestores de estos logros.
Esto demuestra que cuando hay voluntad,podemos avanzar en el tema de la accesibilidad en Chile.
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